lunes, 4 de noviembre de 2013

Les alqueries de Félix i Barrinto un llegat sempre present per al record


Can de la Alquería de Barrinto. Finales del s. XV

Se ha publicado hoy en el blog “Ciutat en l’Horta i viceversa” en el que colaboro con la Associació Per l’Horta un artículo que he titulado “Les alqueries de Félix i Barrinto un llegat sempre present per al record”.
Cuando tratamos temas relacionados con las alquerías de l’Horta de Valencia en soportes de comunicación como blogs o revistas, el trasfondo suele ser, desgraciadamente, la queja, la reivindicación ante un atropello patrimonial o directamente la denuncia. Personalmente comienzo a aburrirme y a estar hastiado de presentar siempre los “cuchillos”. Tal vez sea hora de reivindicaren positivo en todo momento. Denunciar esos atropellos patrimoniales, que todos tenemos en mente, en foros donde se explique no a los políticos o a los técnicos (y menos aún a los colegas) la barbaridad que se hace ante tal o cual derribo de una vetusta casa de seiscientos o setecientos años, sino donde se haga partícipe a la sociedad de los valores de esa vetusta casa y de los beneficios que nos puede aportar su recuperación.
No siempre, pero sí con mayor probabilidad, es la demanda colectiva y no la de una persona (por muy especialista que uno sea) la que hace mover de la silla al político o al técnico de turno.
Puertas tardogóticas de la Alquería de Félix
Por esa razón me ha apetecido retornar a la memoria unos trabajos con lo que más he disfrutado en mi carrera profesional. Como cuento en el artículo corrían los años 1998 y 1999, un año antes había tenido la ocasión de realizar un primer estudio integral de dos alquerías del siglo XIV en el Pouet de Campanar. Una de ellas fue demolida al día siguiente de acabar los trabajos de campo, ¡ni me había dado tiempo de presentar el informe preliminar! Fue una experiencia amarga, tanto que aún hoy rehúyo pasar por el Nou Campanar  
Pero afortunadamente, casi de inmediato, pude volver a aplicar los métodos de la Arqueología de la Arquitectura en otras dos alquerías, la de Barrinto y la de Félix. Esta vez en Marxalenes, en el parque que por entonces se estaba construyendo. No estuvieron exentas de la posibilidad de haberse demolido, pero el empeño de ciertos profesionales y de técnicos del Ayuntamiento de Valencia, como Amparo Medina Piles, sacó a adelante la rehabilitación de las dos alquerías y de otros edificios con valor patrimonial incluidos en el Parque.
El revuelo social que provocaron las demoliciones del Pouet y las reivindicaciones del grupo Salvem el Pouet ayudaron sin duda a apostar por estos edificios.
Sin embargo, ellos por sí mismos demostraron lo imprescindible que era invertir en la recuperación de unos bienes que conjugaban altísimos valores patrimoniales de todo tipo: artísticos, baste recordar los magníficos canes policromados con la cara de un barbudo de finales del siglo XV o principios del XVI de la Alquería de Barrinto, que opinamos pertenecen al círculo de Vicent Masip; arquitectónicos, con dos alquerías que mantenían en pie sus estructuras medievales y los espacios originales de vivienda y producción; y por supuesto históricos, ambos son testimonios de un pasado que por obvio parece que se olvida, el de una ciudad cuyo sentido fue el de hallarse en el centro de un extenso territorio de huerta, ¡donde siglo tras siglo la tierra llegaba a soportar dos cosechas al año!
La emoción del decubrimiento. Bajo la gallinaza apareció in situ en la primera visita a la Alquería de Barrinto un pavimento de azulejos de Manises del siglo XV
En aquella ocasión pudimos estrujar al máximo el registro arqueológico y como resultado se recuperaron dos edificios que fueron la punta de lanza para pelear por otros.
Si os apetece leer esta pequeña colaboración en mi blog de la Associació Per l’Horta aquí os dejo la dirección de la página web http://perlhorta.info/blogs/ciutat-en-lhorta/les-alqueries-de-felix-i-barrinto-un-llegat-sempre-present-al-record