viernes, 26 de abril de 2013

Cuando las leyes de tus vecinos veas recortar, pon las tuyas a remojar



 En las décadas pasadas, la fiesta de los 90 como algunos la califican, se promulgaron una serie de leyes en materia de patrimonio que, como todos los productos humanos, pueden no ser del todo perfectas, en ciertos articulados se quedan cortas y en otros, fundamentalmente los relativos a la financiación, o son imprecisas o poco resolutivas.
Sin embargo ahí están. Han servido para dotar de argumentos legales a la protección y la documentación del patrimonio, el “mayor” y el “menor”.
Ahora en esta etapa de crisis y de cambio (o imposición) de valores sociales se corre el riesgo de la involución, de demoler esas leyes. Después de la borrachera de la fiesta y de dar el “si quiero” a un ligue de una noche, nos despertamos en la cama casados con alguien que nos incomoda, como si se tratase del argumento de una película ambientada en Las Vegas.
Pero los logros sociales de los 80-90 e incluso de los 2000 no pueden considerarse, sin más, como una con-cesión social tras bajar la guardia en un periodo de euforia.
Las noticias que vienen desde Madrid son muy preocupantes en este sentido. Desde asociaciones como la Asociación Madrileña de Trabajadores y Trabajadoras en Arqueología o la asociación Madrid, Ciudadanía y Patrimonio y desde colectivos como la sección de Arqueología del CDL de Madrid ya no sólo se ha dado la voz de alarma, sino que directamente existe una movilización para intentar atajar la puesta en marcha del actual proyecto de modificación de la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
Un proyecto de modificación que, en opinión de Jaime Almansa en su artículo La arqueología no es para el verano del 18 de abril de 2013, está diseñado para facilitar grandes promociones como Eurovegas, pues únicamente será obligatorio la intervención arqueológica en los yacimientos catalogados y no será necesaria la aplicación de medidas preventivas que evalúen el impacto patrimonial en este tipo de proyectos.
Igualmente pavorosos son los titulares del periódico El País del 13 de abril de 2013 en su artículo "La ciudad descatalogada": “La nueva Ley de Patrimonio relaja las condiciones para proteger edificios y yacimientos, según denuncian asociaciones, arqueólogos y arquitectos” o “La norma abre la puerta a un nuevo tipo de especulación urbanística”.
Respecto al patrimonio urbanístico se denuncia que la filosofía de la nueva ley es favorecer las promociones inmobiliarias sobre edificios emblemáticos, cediendo a las demandas de los promotores que reclamaban la eliminación de “cortapisas, burocracias y también obstáculos arquitectónicos que impidan construir, por muy históricos que estos resulten a veces”.
En el artículo de El País, en relación al patrimonio arqueológico, en la línea denunciada por Jaime Almansa, se destacan las palabras de Diana Díaz, presidenta de la sección de arqueología del CDL de Madrid “Con la nueva ley el valor arqueológico queda difuminado y casi eliminado. La labor arqueológica queda bastante defenestrada”. La ley elimina la obligatoriedad de realizar informes arqueológicos preventivos en los proyectos de construcción. Sin esos informes, las excavadoras pueden arrasar yacimientos sin que nadie se diera cuenta. “La ley no va a afectar a yacimientos como el de Titulcia, declarado BIC el pasado agosto. Pero para llegar a esa declaración, antes de todo eso tuvieron que ir arqueólogos, descubrir los yacimientos que había y documentarlos”, concluye Diana Díaz.
Como señala Jaime Almansa se han realizado en el pasado reciente grandes promociones que han supuesto la no conservación de patrimonio, pero al menos se ha documentado ¿pasará lo mismo en el futuro?

Todo lo que no esté previamente catalogado puede ser en el futuro susceptible de desmantelamiento o destrucción ante la falta de mecanismos que auspicien programas preventivos.
Preocupante, muy preocupante, si unimos esto a los avisos de “rearticulación normativa” que hoy mismo anuncia el Gobierno de España, como medidas para paliar la “crisis”. Debemos estar en alerta para que no se nos quite aquello que ha costado mucho conseguir, aunque no fuera perfecto. 

Cuando las leyes de tus vecinos veas recortar, pon las tuyas a remojar.

jueves, 4 de abril de 2013

Arqueología de la Arquitectura. Balance del curso de Formarq


Metodologías, fuentes y técnicas de intervención en el patrimonio arquitectónico, criterios de rehabilitación, equipos e interdisciplinaridad, campos de actuación…, fueron algunos de los aspectos que de forma recurrente surgieron durante las sesiones del Curso de Arqueología de la Arquitectura Medieval y Moderna. Estratigrafía muraria impartido en las últimas semanas del mes de marzo en el Centro de Formación de Patrimonio Cultural y Arqueología Formarq.
El grupo de alumnos por su formación y experiencia elevó tanto el nivel de las clases como la profundidad de los debates. Arqueólogos y arquitectos casi a partes iguales han compuesto el alumnado. Ente los arquitectos algunos con unos cuantos años de experiencia profesional, otros en periodo de formación cursando el máster de patrimonio. Entre los arqueólogos la mayoría con una honda experiencia, pero, como a todos nos pasa en uno u otro campo, con carencias formativas, al no existir unos principios académicos que contemplen la globalidad del estudio de la Cultura Material en todas sus épocas y en todas sus materializaciones o representaciones.
Tras la etapa formativa de la disciplina en las décadas de 1990 y 2000, cuando una buena parte de la investigación se dirigió a aspectos metodológicos e incluso a interiorizar una cierta obsesión por demostrar la validez de la aproximación arqueológica a “lo construido”, algunos autores han dado una voz de alarma respecto a un posible agotamiento de la disciplina. Nada más lejos en nuestra opinión.
En este curso se ha podido percibir que la Arqueología de la Arquitectura es considerada, por los distintos agentes que concurren en el estudio y conservación del patrimonio arquitectónico, como una herramienta imprescindible para alcanzar el máximo conocimiento de la historia arquitectónica y constructiva de un edificio o de un conjunto de ellos.
La aplicación en la rehabilitación arquitectónica es sin duda el campo de actuación más habitual. El método estratigráfico y, en suma, la aplicación del conjunto de las fuentes de la arqueología de la arquitectura permite trascender la aspiración por reconstruir la evolución arquitectónica, aportando, además, criterios de rehabilitación, uso de materiales en la obra, puesta en valor de los edificios y sus elementos y aportar fundamentos para rediseñar la espacialidad y los usos de los espacios del edificio en proceso de rehabilitación.
Sin embargo, la disciplina está inmersa cada vez más en otro campo de actuación, el de la ordenación y planificación del territorio. El análisis tanto de elementos singulares, como de conjuntos urbanos y rurales está permitiendo avanzar en estrategias de prevención y de redacción de normativas de protección e intervención.
Pero no debemos olvidar que la arqueología de la arquitectura es una disciplina histórica, por lo que el fin último es el de generar conocimiento histórico. Aquí es donde se ha de hallar el futuro más esperanzador de la investigación. Junto a la puesta en práctica en proyectos de rehabilitación o de planificación, lo edificado, siendo una parte de la “cultura material”, es fuente de estudio de la sociedad que lo crea. Mucho queda por “construir” en ese conocimiento histórico, desde la delimitación de cronotipologías de edificios, estructuras y elementos arquitectónicos, pasando por el análisis de los materiales y técnicas constructivas históricas, hasta cuestiones que nos permitan aproximarnos a las formas de vida, la organización social, familiar y del trabajo e incluso la ideología y la política de las distintas sociedades.
Anunciamos una nueva edición del curso entre los meses de junio y julio de este 2013. Concretaremos las fechas próximamente.