martes, 5 de junio de 2012

PATRAIX Y LAS NUEVAS ÁREAS DE VIGILANCIA ARQUEOLÓGICA DE VALENCIA


La reciente puesta en marcha de las nuevas Áreas de Vigilancia Arqueológica de la ciudad de Valencia ofrece una oportunidad de recuperación de la memoria arqueológica de los “otros” Núcleos Históricos de la ciudad.
Alquería de Salavert, situada en el casco histórico de Patraix, demolida hace unos años 
Valencia es mucho más que su Centro Histórico al interior del antiguo recinto amurallado o incluso de sus barrios de ensanches decimonónicos. Valencia es la totalidad de un territorio de huerta donde, junto a la ciudad, se extendía una extensa área con presencia de pequeños hábitats agrupados, los denominados llocs, y un poblamiento disperso de alquerías, casas y barracas.
Poco queda hoy en el municipio de Valencia de ese patrimonio histórico y natural que representa la huerta. Pequeños retazos de parcelas, la mayoría incultas, con girones de antiguos trazados de acequias y caminos y contadísimas alquerías.
También con mutilaciones, en unos casos más o menos dolorosas, han llegado hasta hoy esos antiguos llocs próximos a Valencia, en principio salvados por su calificación de Bien de Relevancia Local. Los ahora barrios plenamente urbanos de Patraix, Russafa, Campanar, Benimaclet, Benicalap, Orriols, Poble Nou de la Mar, la Vilanova del Grau, Beniferri, Benimàmet, Marxalenes y Sant Miquel de Soternes, además de los todavía aún rodeados de huerta de Borbotó, Carpesa, Benifaraig, Massarrojos y los enclaves de Mauella, Tauladella, Rafalell y Vistavella, son piezas fundamentales para entender el legado patrimonial de Valencia.
A excepción posiblemente de Russafa, donde su núcleo histórico ha sido prácticamente demolido, en el resto de las antiguas localidades, la mayoría de ellas independientes hasta finales del siglo XIX y principios del XX, todavía es posible “leer” sus particulares trazados urbanos históricos. Son en su mayoría antiguas alquerías islámicas (no sería de extrañar que en algún caso con un pasado todavía más remoto), que se mantuvieron como señoríos durante la época bajomedieval, y que han transmitido hasta hoy su particular fisonomía.
A poco que paseemos por sus calles, los ojos atentos podrán detectar edificios que delatan su gran antigüedad. Numerosos son los ejemplos de inmuebles de claro origen bajomedieval, y todavía más los que pertenecen a los siglos modernos (Siglos XVI al XVIII).
Vivienda bajomedieval de la calle Marqués de Elche, en Patraix
Proteger y en su caso estudiar con metodología arqueológica su subsuelo era una deuda que, sin duda, mantenía la ciudad con cada uno de ellos. Cierto es que el terrible rodillo urbanístico y constructivo que hemos padecido en años pasados ha condenado al olvido una parte importante de estos núcleos hasta ahora no protegidos. Pero aún existe una oportunidad, la excavación sistemática en los futuros solares sin duda aportará valiosa información, como ya se ha recuperado en Patraix, Campanar, Russafa y próximamente en Benimaclet.
Os adjunto dos artículos referidos al urbanismo y al poblamiento disperso de la huerta de Patraix, uno de esos antiguos llocs donde nací. En el año 2003 la Associació de Veïns i Cultural Patraix publicó un libro que quería recuperar la historia y costumbres de este barrio, “Patraix: de pueblo a barrio”.
Si a alguien le resulta de interés desde aquí podemos compartir información histórica de nuestros barrios.


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https://docs.google.com/file/d/0B-fsz_tN39DpNDF6SHJjRFpRdVE/edit
https://docs.google.com/file/d/0B-fsz_tN39DpVUZIMmZtd2tFNGM/edit



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